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Lugares misteriosos | Stonehenge, vídeoStonehenge, prehistoria en Reino UnidoIslas Orcadas, huellas prehistóricasIsla de Pascua: un misterio sin resolver
Lugares misteriosos | Stonehenge, vídeo
Miles de personas se han impresionado al visitar Stonehenge, un monumento tipo Crómlech de la edad del Bronce. se comenzó a construir alrededor del año 3000 antes de Cristo. La perfección de su construcción, el acabado de las piedras hacen del monumento Stonehenge un lugar único.
La construcción de Stonehenge se llevó a cabo en cuatro fases, y se usaron piedras traídas desde Avenbury (a 20 kilómetros), desde e País de Gales (a 200 kilómetros) y desde Mildford Haven (a 250 kilómetros). El anillo exterior derecho del monumento está realizado con unas piedras azules. Este tipo de piedras no existen en la zona, son parecidas a piedras encontrada en la zona de Preseley en el país de Gales.
Para explicar el misterio de la procedencia de estar rocas del monumento de Stonehenge se han barajado diversas teorías.
Video cortesia de Urmah TV
En 1136 Geoffrey de Monmouth obisbpo de San Asath e historiador, las nombró en sus libros, según Geoffrey de Monmouth las misteriosas piedras habían sido llevadas al lugar desde Irlanda por el Mago Merlín, en los días de Ambrosio, para que sirvieran de mausoleo a los grandes reyes.
Según el obispo en Stonehenge habían sido enterrados Ambrosio, y Pendragón tío y padre del Rey Arturo. Stonehenge eran entonces ya parte de la mitología del rey Arturo.
En el siglo XVII , Aubrey descubre que muchos de estos monumentos prehistoricos se hallan en lugares que no habían sido habitados ni por romanos ni por sajones. Aubrey llegó a la conclusión de que debieron ser construidos por los britones y que seguramente serían templos de los Druidas.
En la actualidad gracias a la ciencia y las pruebas del Carbono 14, sabemos que Stonehenge data del 1800 antes de Cristo. Ni Merlín ni los britones tuvieron nada que ver con Stonehenge.
Hacia el 1700 antes de Cristo la zona fue invadida por las culturas de la cerámica campaniforme. Estas culturas fueron las que trajeron las misteriosos piedras azules desde la zona de Pembrokeshire en Gales
Stonehenge, prehistoria en Reino Unido
El Stonehenge es una construcción megalítica, que fue realizada entre los años 3000 y 1600 antes de cristo (Fechas próximas al Neolítico y la Edad del bronce). Cada piedra del Stonehenge pesa en torno a 50 toneladas, y está considerada pese a su antigüedad como una auténtica obra de ingeniería y de arte.
Aunque aún no está claro quien construyó el monumento ni con que propósito, se especula con las posibilidades de que fuera un templo dedicado a antiguos dioses, un observatorio astronómico o un lugar de sacrificios.
El primer día de cada solsticio de verano, la salida del sol coincide con el eje de la construcción, lo que da más peso a la especulación astronómica, y aporta aún más si cabe un aire misterioso al Stonehenge.
Para viajar o visitar el Stonehenge, hay que acercarse a Amesbury, una ciudad que está situada en la región de Wiltshire en Reino Unido. La localización está al suroeste de Londres, a unos 100 kilómetros, y a unos 13 kilómetros de Salisbury.
En la actualidad, el Stonehenge es uno de los candidatos a ser considerado como nueva Maravilla del mundo.
Islas Orcadas, huellas prehistóricas
Las Islas Orcadas son un archipiélago de unas setenta islas que están situadas frente a la costa norte de Escocia. Conocidas por la gran cantidad de yacimientos prehistóricos que en ellas podemos encontrar, son uno de los destinos más llamativos de Gran Bretaña.
En estas islas, y sobre todo si eres amante de la arqueología, no puedes dejar de visitar lugares como Skara Brae, poblado neolítico donde podrás incluso observar el “mobiliario” que utilizaban hace más de 4.500 años y que está abierto al público todo el año. Y es que en estas islas inolvidables podrás, además de pescar en impresionantes lagos y perderte en bellos paisajes, descubrir los secretos de antiguas civilizaciones, y soñar con que viajas al pasado perdiéndote entre sus monumentos megalíticos.
Otro lugar que no te puedes perder es Papa Westray, más conocido como Papay, donde podrás contemplar las casas más antiguas de las que se tiene constancia en el Norte de Europa, (construidas sobre el 3.800 a. de C)., y círculos formados por piedras que te trasladarán al pasado más misterioso. Por cierto, cuando vayas por Ring of Brodgar, en la zona de Stenneess en Mainland, (isla de mayor superficie), fíjate bien en lo que pone en la tercera piedra al norte de su entrada: un vikingo llamado Bjorn grabó allí su nombre en el siglo XI d. de C.
La capital de las Orcadas es Kirkwall, también situada en Mainland, que, además de ser la de mayor población de estas islas, es un excelente punto de partida. Partiendo de esta ciudad, en la que encontrarás la catedral de Saint Magnus, de estilo normando y fundada en 1137, y el Stromness Museum, puedes ir hacia el sur, concretamente hacia Saint Margaret’s Hope, preciosa capilla italiana, y hacia la isla de South Ronaldsay, donde se encuentra la conocida como Tomb of the Eagles.
Más tarde, y si caminas de nuevo hacia Kirkwall, puedes dirigirte hacia Stromness, donde podrás visitar el impresionante museo. Pero antes pasa por Maes Howe, cámara mortuoria construida en el 2800 a. de C., por Stennes y por el famoso Ring of Brodgard, círculo de piedras que en la prehistoria formó parte de rituales ceremoniales.
Hagamos un alto en el camino para que descubras una curiosidad sobre Maes Howe, la cámara mortuoria: resulta que está orientada de tal manera que, al ponerse el sol, la luz ilumina la entrada en el atardecer del solsticio de invierno creando una imagen impactante.
Cortesia de murrayfoote.com
Y ahora, prosigamos el viaje…
Desde Stromness puedes llegar, si vas dirección al norte, hasta Yesnaby, donde admirarás preciosos paisajes marítimos y llegar hasta Skara Brae, la aldea neolítica antes nombrada. Si sigues más al norte aún llegarás hasta Marwick Head y sus impresionantes acantilados, y a Brough of Birsay, otro interesantísimo yacimiento. Al este, rodeando la isla, encontraremos otro yacimiento: Brough of Gurness.
Desde Stromness puedes llegar, si vas dirección al norte, hasta Yesnaby, donde admirarás preciosos paisajes marítimos y llegar hasta Skara Brae, la aldea neolítica antes nombrada. Si sigues más al norte aún llegarás hasta Marwick Head y sus impresionantes acantilados, y a Brough of Birsay, otro interesantísimo yacimiento. Al este, rodeando la isla, encontraremos otro yacimiento: Brough of Gurness.
Podemos entonces regresar a la capital, Kirkwall, visitando de camino la granja-museo Corrigal Farm Museum.
Por supuesto, también podemos irnos de excursión a otras islas de este archipiélago escocés, como, por ejemplo, Papa Westray y su aldea antiquísima o la isla de Hoy, segunda más grande de estas islas Orcadas, y su risco de piedra arenisca de 137 metros de altura.
Por cierto, que si vas en Septiembre podrás además disfrutar del Festival Gastronómico con productos del lugar, entre los que destacan quesos y mariscos.
Isla de Pascua: un misterio sin resolver
Del Norte trajo Almagro su arrugada centella.
Y sobre el territorio, entre explosión y ocaso,
se inclinó día y noche como sobre una carta.
Sombra de espinas, sombra de cardo y cera,
el español reunido con su seca figura,
mirando las sombrías estrategias del suelo.
Noche, nieve y arena hacen la forma
de mi delgada patria,
todo el silencio está en su larga línea,
toda la espuma sale de su barba marina,
todo el carbón la llena de misteriosos besos.
Como una brasa el oro arde en sus dedos
y la plata ilumina corno una luna verde
su endurecida forma de tétrico planeta.
El español sentado junto a la rosa un día,
junto al aceite, junto al vino, junto al antiguo cielo
no imaginó este punto de colérica piedra
nacer bajo el estiércol del águila marina
Y sobre el territorio, entre explosión y ocaso,
se inclinó día y noche como sobre una carta.
Sombra de espinas, sombra de cardo y cera,
el español reunido con su seca figura,
mirando las sombrías estrategias del suelo.
Noche, nieve y arena hacen la forma
de mi delgada patria,
todo el silencio está en su larga línea,
toda la espuma sale de su barba marina,
todo el carbón la llena de misteriosos besos.
Como una brasa el oro arde en sus dedos
y la plata ilumina corno una luna verde
su endurecida forma de tétrico planeta.
El español sentado junto a la rosa un día,
junto al aceite, junto al vino, junto al antiguo cielo
no imaginó este punto de colérica piedra
nacer bajo el estiércol del águila marina
(“Descubridores de Chile” – Pablo Neruda)
Perdida en el silencio profundo del Océano Pacífico, reposa la isla de Rapa Nui, conocida también como la Isla de Pascua, de 117 m2, a casi 2.000 kms. de la Polinesia y a más de 3.700 kms de Chile, su país soberano. Sólo la curiosidad nos puede llevar a este sitio perdido, a una isla volcánica, sin árboles, sin otro interés más que los famosos Moais, las esculturas en piedra que dominan su paisaje, tristes, impávidos al paso del tiempo, y misteriosos. Continuamente, desde que Jacob Roggeveen en 1722 la descubriera a los europeos, a sus tierras se acercan antropólogos con el firme propósito de encontrar el por qué de su origen… y sin embargo, sobre cualquier teoría persisten los mitos, las leyendas de la isla, casi la superstición.
Estos moais forman parte del Parque Nacional de Rapa Nui, desde 1935. Sus impresionantes siluetas se pueden encontrar, en peor o mejor estado, por toda la isla, hasta contar un número casi de 1.000 esculturas, talladas en toba volcánica traídas de las canteras del volcán Rano Raraku. El que se encuentra en mejores condiciones es el Ahu Tahal, que se encuentra en la capital de la isla, Hanga Roa. El Ahu Te Pito Kura posee unas piedras redondas sobre la cabeza hechas en escoria roja de las canteras de Puna Pau. Como ocurre con toda la historia de estos monumentos tampoco se sabe a ciencia cierta el por qué unos llevan este “tocado” y otros no, aunque lo más aceptado es que representan un moño o un sombrero que tenían los indígenas cuando llegaron los europeos. Ahu Vinapu y Akahanga son esculturas que curiosamente se encuentran tumbados…
Y si Roggeveen fue su descubridor oficialmente, las teorías más conocidas son las que Thor Heyerdahl hizo a partir de su expedición a la isla en 1955. Su hipótesis se basa en el origen andino de sus primeros colonizadores, contra las teorías más generalizadas de que su origen es polinesio. No obstante, en torno a las gigantescas esculturas siguen habiendo numerosos misterios, pues nadie ha podido determinar cómo se extinguieron aquellos indígenas, o como fueron capaces de transportar y construir semejantes estatuas que pueden llegar hasta los 10 metros de altura, los 7,5 metros de diámetro y casi 20 toneladas de peso y una antigüedad que podría remontarse a los siglos IV o V d.C.
Y si de recorrer la isla se trata, no sólo hay que dejar de visitar la capital, Hanga Roa o el volcán Ranu Raraku, sino también Orongo, donde se encuentra un importante centro ceremonial, Ana Kakenga, una serie de cavernas que se abren a los acantilados de la isla, y, sobre todo, Anakena, la playa más grande de la isla con cocoteros y aguas de color azul-verdoso
y donde se obtiene una de las más famosas fotos que se puedan obtener de la isla de Rapa Nui: el Ahu Nau Nau, un conjunto de siete moais juntos a lo largo de la costa, mirando al mar.
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