Las supersticiones forman parte de nuestra vida cotidiana desde el principio de los tiempos, muchas de ellas han perdido hasta su origen, pero nunca su efecto, que en el ser humano se traduce en “miedo”.

Aunque han sufrido muchos cambios a través de los tiempos, por el boca a boca, aún su fuerza o energía prevalece, algo que no indica un aspecto de nuestra humanidad que no ha cambiado o evolucionado, a pesar de todos los esfuerzos científicos para erradicar ésta condición.

Las supersticiones no se basan en fundamentos, ni en el pensamiento práctico o lógico, sino simplemente en el sentir, (creer o no), tan simple como nuestra esencia y cubren una amplia gama de temáticas, pero existe algunas muy especiales como las relacionadas a fechas y los números.

Siendo tal vez la más famosa la que gira alrededor del número 13, y los martes o viernes, dependiendo del hemisferio, fechas sobre las cuales se han tejido un sin numero de historias o relaciones, que se han arraigado muy profundamente en la psiquis humana, por ejemplo:

En la Roma antigua las sectas ocultistas o de brujos, oráculo conformado por doce posiciones, y la posición central o 13 era reservada para Satán.

Un mito escandinavo habla de los 12 dioses y la cena en Valhallah, donde un huésped no invitado el número 13 “Loki”, llegó persuadiendo al dios de la oscuridad, para matar al Dios de la felicidad.

Otro mito moderno de este número es relacionarlo con el numero de letras que forma el nombre (primer nombre y apellido), ya que si suman 13 tendrá la suerte del diablo. (Charles Manson)…

Muchas son las relaciones históricas y cotidianas, pero son solo eso; relaciones muy oportunistas, aunque por supuesto siempre todo queda a criterio del consumidor…